El PJ reducirá su influencia en el Senado desde el 10 de diciembre

Fuerza Patria enfrenta un desafío importante si quiere mantener su poder de veto en el Senado. En las elecciones del 26 de octubre, arriesgan 15 de las 34 bancas que tienen en la Cámara alta. Es difícil imaginar que el peronismo logre un resultado similar al de 2019, cuando Alberto Fernández, entonces candidato a presidente, ganó por más del 48% de los votos a nivel nacional. En esa ocasión, el peronismo pudo hacerse con dos de las tres bancas en casi todas las provincias que eligieron senadores. Sin embargo, seis años después, la situación es bien diferente. Aunque es probable que la bancada de José Mayans retenga la primera minoría, todo indica que se alejará considerablemente del quórum propio.

Cada dos años, el Senado renueva un tercio de sus bancas, lo que significa que 24 de las 72 se ponen en juego. Este año, las provincias que eligen senadores son Tierra del Fuego, Neuquén, Entre Ríos, Río Negro, Salta, Santiago del Estero, Chaco y CABA. La última vez que estas provincias votaron fue en 2019, cuando Fernández derrotó al entonces presidente Mauricio Macri.

Ahora, el reto para Unión por la Patria es grande. En 2019, no eran elecciones de medio término, por lo que los candidatos del peronismo se beneficiaron del efecto arrastre de la fórmula Fernández-Fernández. Pero este año, con el debut de la Boleta Única de Papel, cada candidato enfrenta su propia suerte.

24 elecciones distintas

Las elecciones del 26 de octubre serán, en esencia, “24 elecciones distintas”. Y en la mayoría de los casos, no son gobernadas por Unión por la Patria. En Neuquén y Río Negro, los partidos provinciales tienen peso propio. En Salta, el peronismo no tiene relación con Fuerza Patria, mientras que en Chaco, CABA y Entre Ríos, LLA se ha aliado con los gobernadores: dos del PRO (Entre Ríos y CABA) y uno de la UCR (Chaco).

Si miramos atrás, en 2019, UP tuvo un buen desempeño en muchos de estos distritos. En Tierra del Fuego, Neuquén, Río Negro, Salta, Chaco y Santiago del Estero, la boleta que llevaba a Fernández y Cristina Kirchner fue la más votada. Por ello, el peronismo controla dos de las tres bancas en esos lugares. Curiosamente, en Santiago del Estero, que sigue una lógica propia del “radicalismo K” de Gerardo Zamora, las tres bancas forman parte del interbloque dirigido por José Mayans.

Senado: números complicados para UP

Es poco probable que los astros se alineen nuevamente para que UP retenga el 100% de sus bancas. Según un estudio de La Sastrería, si el peronismo se impone por un 36% de los votos a nivel nacional, La Libertad Avanza podría obtener un 32% y Provincias Unidas un 12%. Esto resultaría en una reducción de la bancada de Mayans a 26 senadores, es decir, 8 menos de los que tienen ahora.

Esta reducción afectaría el poder de fuego del PJ en el Senado. Este año, muchas leyes opositoras, que causaron varios dolores de cabeza a Javier Milei, fueron aprobadas rápidamente. Entre ellas están la ley de Financiamiento Universitario, la Emergencia en Discapacidad y la Ley del Garrahan. Además, Milei no logró reunir el tercio necesario para frenar vetos presidenciales.

Por otra parte, el Senado fue clave para aprobar leyes que aumentan la distribución de fondos a las provincias, como la Ley de ATN y la de Impuesto a los Combustibles Líquidos. También fue el Senado quien bloqueó los candidatos que Milei propuso para la Corte Suprema.

Desafíos y alianzas

Unión por la Patria ha sido determinante en este proceso. No solo ha sido la primera minoría desde que Milei asumió la presidencia, sino que también se encuentra a solo tres lugares del quórum. Con los conflictos que ha generado Milei desde su llegada al poder, lograr el número mágico de 37 se ha vuelto más fácil para la oposición. Algunos senadores del PRO y la UCR incluso se han distanciado de sus propios bloques en varias ocasiones.

El problema para UP es que los senadores que estaban dispuestos a votar con ellos, a pesar de ser considerados “kirchneristas”, terminarán sus mandatos este año. Tagliaferri se trasladará a la Legislatura Porteña, mientras que Lousteau peleará por una banca en Diputados.

El escenario se complica para Unión por la Patria, que mira hacia 2027 y busca diferenciarse de La Libertad Avanza. Tendrá que establecer acuerdos con otros espacios para llevar adelante su agenda en la Cámara alta. Al final, la presencia del peronismo seguirá siendo un gran desafío para los libertarios, que también deberán construir puentes si quieren que las reformas que promete Milei se lleven a cabo.

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